En 1943, mientras se hospedaba en un hotel de Nueva York, el escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry escribió El Principito (Le Petit Prince), el libro francés contemporáneo más leído del mundo. En sus páginas Saint-Exupéry habla de boas, de baobabs, de reyes tiranos, de amistad, de hombres de negocios, de astrónomos, de planetas, de geógrafos… Seleccionamos cinco fragmentos singulares con cierta dosis de ciencia para celebrar el aniversario de su publicación.
Bautismo planetario. “[...] aparte de los grandes planetas como la Tierra, Júpiter, Marte, Venus, a los que se les dio nombre, hay otros centenares que son a veces tan pequeños que cuesta mucho divisarlos con el telescopio. Cuando un astrónomo descubre uno de ellos, lo bautiza con un número.”
Posesiones y patentes. “- Cuando encuentras un diamante que no es de nadie, es tuyo. Cuando encuentras una isla que no es de nadie, es tuya. Cuando eres el primero en tener una idea, la haces patentar: es tuya. Y yo poseo las estrellas, puesto que nunca nadie antes que yo pensó en poseerlas.
-Es cierto-dijo el principito- Pero ¿qué haces tú con ellas?
-Las administro. Las cuento y recuento[...]
-Yo, si poseo un pañuelo, puedo abrigar con él mi cuello y llevarlo conmigo a donde vaya. Si poseo una flor, puedo cortarla y llevármela. En cambio tú no puedes cortar las estrellas.
-No, pero puedo depositarlas en el banco.”
Geógrafos y exploradores. “No es el geógrafo quien va a contar las ciudades, los ríos, las montañas, los mares, los océanos y los desiertos. El geógrafo es demasiado importante para andar paseando. No abandona su escritorio. Pero en él recibe a los exploradores. Los interroga y toma nota de sus recuerdos. Y si los recuerdos de alguno de ellos le parecen interesantes, el geógrafo hace hacer una encuesta sobre la integridad moral del explorador. [...]
Un explorador que mintiera provocaría catástrofes en los libros de geografía. Y también un explorador que bebiera demasiado.[...] Porque los borrachos ven doble. Entonces el geógrafo anotaría dos montañas, donde no hay más que una.”
El gran planeta azul. “Para darles una idea de las dimensiones de la Tierra les diré que antes de la invención de la electricidad se debía mantener en ella, en el conjunto de los seis continentes, un verdadero ejército de cuatrocientos sesenta y dos mil quinientos once faroleros. Vistos desde una cierta distancia producían un efecto espléndido.”
Píldoras contra la sed. “Era un vendedor de píldoras perfeccionadas que calman la sed. Se toma una por semana y no se siente más la necesidad de beber.
- ¿Por qué vendes eso? - dijo el principito.
- Es una gran economía de tiempo - dijo el vendedor. - Los expertos han hecho cálculos. Se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.
[...] “Yo - se dijo el principito - si tuviera cincuenta y tres minutos para gastar, caminaría lentamente hacia una fuente…”
(Tomado de Muy Interesante)
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domingo, 10 de abril de 2011
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