Un loro como emblema excepcional
Ravachol era el loro del boticario Don Perfecto Feijóo, que tenía su botica en la céntrica calle Peregrina de Pontevedra a principios del siglo XX. El animal estaba colgado en su jaula en el exterior del establecimiento y a diario asistía a las tertulias que organizaba su dueño con abogados, médicos, escritores o artistas.
Cuando en el año 1913 falleció Ravachol, supuso un duro golpe para la sociedad pontevedresa, pues aquel loro parlanchín estaba al tanto de todos los dimes y diretes de personajes ilustres y de la farándula, avisaba al boticario cuando entraba un cliente y siempre soltaba sus comentarios pícaros en el momento menos oportuno.
Cada año, el Carnaval termina en Pontevedra quemando una reproducción gigante de Ravachol, y el Ayuntamiento ha instalado una escultura de bronce del loro creada por la artesana pontevedresa Viviana Araujo en el lugar en el que se situaba la famosa botica en la Praza da Peregrina.
Natalia Puga | Pontevedra
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