En el inicio de la década del 70, los mochileros cocinaban huevos y carne sobre las salamandras que calefaccionaban los vagones del Viejo Expreso Patagónico. Muchos de ellos llegaban con la idea de cambiar el mundo y hoy viven con sus familias en los pueblitos de la comarca andina.
Pero no viajaban solos. En los mismos vagones, productores de la zona transportaban cueros, lanas, cereales y maderas. Y alguno subía al tren con un par de ovejas o una vaca.
El tren circula por una trocha de apenas 70 centímetros. Hizo su viaje inaugural a la cordillera de Chubut desde Río Negro, el 25 de mayo de 1945. Recorrió 402 kilómetros dando inicio a una leyenda. Las locomotoras y la mayor parte de los vagones fueron traídos de Alemania. Funciona a vapor y hoy es una gran atracción turística.
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lunes, 25 de abril de 2011
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