La isla fantasma de San Borondón

Frecuentes suelen ser las historias de fantasmas y aparecidos que deambulan por las casas aterrorizando a los vivos, pero pocos se podrían imaginar la increíble idea de una isla fantasma que se presenta como tal en Las Canarias.


Se sabe que las Islas Canarias son siete, sin embargo, muchas historias y documentos dan fe de la existencia de una octava isla llamada San Borondón, aunque su nombre original era Saint Brendan o Saint Brandan de Clonfert, que recibió esa denominación en honor al monje irlandés que protagonizara una de las historias más increíbles en el siglo VI d.C.

Su famoso viaje en donde se interna en el Atlántico trae consigo narraciones bastante fantásticas que le tocó vivir junto a otros monjes que recogió en su travesía y que luego se convirtieron en clásicos cuentos que se escuchaban por todas partes.

Su viaje santo tenía como destino la Tierra Prometida de los Bienaventurados en las Islas de la Felicidad y la Fortuna, y que en su trayecto lo llevó a conocer terribles demonios y monstruosas criaturas.

Uno de los hechos más relevantes que se contaba siempre fue la llegada a una isla, en la que luego de desembarcar decidieron celebrar una misa. Momentos en los que el terreno empezó a temblar, y es que se dieron cuenta de que estaban sobre una gigantesca criatura marina y no sobre una isla, de la que afortunadamente pudieron escapar a tiempo.

Cuando las Islas Canarias son conquistadas en el siglo XV los relatos de una posible octava isla empezaron a ser mencionados, diciendo que se hallaba al oeste, pero cuando algunos navegantes trataban de acercarse a ella, ésta desaparecía entre una espesa neblina.

Fueron tan reales los relatos referente a ella que incluso en un tratado firmado por el Reino de Castilla se concedía la soberanía de las todas las islas y las que estuvieran por descubrirse, en clara alusión a la octava isla que recibió el nombre de ‘Aprositus’

Existen reportes oficiales de las investigaciones relacionadas con esta isla fantasma que incluso fue observada por muchas personas desde las cumbres de la Isla del Hierro, pero que en ningún momento ha encontrado explicación para sus misteriosas desapariciones.

Fuente: Tejiendo el Mundo Worpress