¿Existió el Arca de Noé?

Desde siempre se han contado las historias bíblicas de un diluvio universal que aniquiló a gran parte de la población y, junto con ella, la existencia del arca de Noé, hombre elegido por Dios para salvarse y salvar a las especies de animales de la inundación.

Por muchos años esta historia se mantuvo como un mito bíblico, sin embargo, hacia el año 1959, unas fotografías tomadas por un piloto turco para el instituto Geodetic de Turquía, revelaron la existencia de una nave con las dimensiones del arca sobre el monte Ararat.

Según datos históricos, se calcula que el diluvio universal ocurrió hacia el año 2400 a.C. por los datos encontrados en una tablilla del s. VII a. C. en la que se detalla un diluvio en la Tierra. Aunque los científicos no se han puesto de acuerdo en cómo pudo desarrollarse tal evento, existe una explicación que podría dar una respuesta más adecuada: la caída de un meteorito al Golfo Pérsico; como resultado una ola gigante asoló la tierra inundándolo todo a su paso. Del libro de Génesis se puede inferir que fueron grandes olas seguidas de lluvias torrenciales lo que ocasionó el diluvio del fin del mundo.

En la biblia se especifica, además de su ubicación exacta, que el arca fue lo único que quedó en pie; el Monte Ararat tiene una altura de 5.156 metros y está situado al norte de la meseta de Anatolia, en la Turquía oriental y lugar donde se encontraron los restos en 1959.

Las primeras investigaciones realizadas por científicos norteamericanos concluyeron que no era el arca por la composición del material del mismo. En 1977, el arqueólogo Ron Wyatt continuó la investigación tras deducir, con base en datos bíblicos específicos, que la nave cumplía con todos las características presentes en los textos.

Wyatt, quien falleció en 1999 víctima de cáncer, halló más detalles que concluyen la autenticidad del arca. Los que han querido comprobar por sí mismos las investigaciones de Wyatt, tienen que esperar a las oleadas de calor intenso que alcanzan a la región, entre agosto y principios de septiembre, para poder notar la presencia de la nave, debido a que las inclemencias del clima en el Monte muy raras veces permiten que la nieve y el hielo se retiren de los picos. El fenómeno se repite cada veinte años.

Fuente: ArcadelPacto, MysteryPlanet.