El hombre de gris del teatro embrujado

Aunque muchos actores han decido considerarlo como un buen augurio para sus presentaciones y puestas en escena, lo cierto es que para muchos el fantasma del hombre gris no hace más que generar los más intensos escalofríos a quienes lo han visto deambular por el teatro Royal Drury Lane en Londres.


Y aunque hay muchas historias de otros fantasmas que vagan por este mismo escenario, el del hombre de gris es uno de los más populares y el que ha sido visto por cientos de personas que laboraron en el teatro o por los espectadores de las obras.

Este recinto para el arte fue inaugurado en la época del rey Carlos II y es uno de los más antiguos ya que se sabe que abrió sus puertas al público en 1674 y hasta la fecha es uno de los monumentos clásicos de la historia de esta ciudad.

Según refieren, un joven caballero se había enamorado de una bella actriz que por aquel entonces protagonizaba una obra en el Royal Drury Lane, a quien convenció de huir con él para sacarla de esa vida de falso glamour del teatro. Pero el caballero no sabía que la actriz tenía a un actor que era su amante y que al enterarse de lo que estaba por pasar, decidió enfrentarse al enamorado joven a quien mató de una puñalada.

Como no le era posible retirar el cadáver sin que alguien se diera cuenta de lo que había hecho, el asesino lo escondió tras una pared, en donde permaneció oculto hasta 1848 cuando tras algunas obras de restauración del teatro se descubrió el cuerpo del infortunado caballero con el cuchillo clavado en su cuerpo.

Mucha gente ha podido verlo vagando por distintos lugares del Royal Drury Lane y todos coinciden en afirmar que se trata de un joven vestido con ropas del siglo XVIII, con sombrero algo, cabello largo y un manto gris que lo envuelve y cubre una espada que llevaba en el cinto.

Por lo general, el fantasma del hombre gris suele aparecer durante los momentos en que los actores ensayan sus escenas y otras veces la concurrencia ha podido verlo durante las funciones en los balcones y atravesando paredes.

Fuente: Pasar Miedo