La sombra negra y el gaucho valiente. Argentina. Eloy y Miguel, dos caminantes sin rumbo, se encontraron para andar juntos. Días y sus noches anduvieron, hasta que una tarde vieron a lo lejos una enorme construcción. Ellos entraron a la casa, muy lujosa y amueblada pero en apariencia abandonada. Decidieron pasar la noche allí, comiendo de la granja que había junto a la enorme casa.
Cuando se disponían a descansar, una gran sombra apareció delante de ellos. –Dadme de comer-, dijo la figura de forma casi humana. Eloy la enfrentó, y ésta lo fue paralizando noche a noche, cada parte de su cuerpo. Miguel se escondía sin quererlo ayudar hasta que vio a Eloy completamente paralizado. Entonces, decidió salir a pedir ayuda. Llevó a un cura que, a la medianoche siguiente, roció agua bendita sobre la sombra, que se desvaneció de inmediato. Eloy recuperó total movilidad a partir de ese momento.
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martes, 17 de mayo de 2011
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2 comentarios:
Muy fantasioso el relato!!!el agua bendita tiene poderes??? Por favor!!
Este es el cuento la sombra negra y el gaucho valiente
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