MANABÍ Tierra llena de leyendas y relatos

Manabí está llena de leyendas y relatos que en su mayoría ocultan enseñanzas morales. “Un cincuenta por ciento de lo que se narra es realidad y otro porcentaje similar es ficción”, dice el costumbrista Eumeny Álava, al referirse a las narraciones mágicas de esta campiña.

“Son tantas”, manifiesta Álava cuando se le consulta si hay un estimado sobre el número de leyendas que hay en la provincia. “Cada cantón tiene su propia leyenda, construidas con algo de realidad y de fábula”, que van transmitiéndose de generación en generación utilizando la narrativa o valiéndose de herramientas tan sofisticadas como el internet, que es lo que ha hecho Rubén Darío Montero con su blog “Cuentos y misterios de la campiña manabita”.


Montero tiene decenas de leyendas y cuentos que evocan pactos, infidelidades e historias de abundante riqueza y sostiene que “lo mágico y lo divino en este mundo andan a un mismo son. Son como dos gotas de agua rodando por un balcón”.



relatos. Manifiesta Montero que en la campiña manabita es común escuchar leyendas producto de la increíble imaginación del campesino que se asemejan a las grandes mitologías literarias. “Nuestro montubio tiene ese don de poeta, narrador innato, que lo hace único en su género”, dice.

Estos dos personajes y multiplicadores de leyendas conocen interesantes historias como “La laguna encantada de Bijahual”, “El papagayo de Maconta”, “La ondina y los mates de oro”, “El tigre y el cauchero de El Carmen”, “El salvaje y el dormilón de Ayacucho”, “Hueso de vaca de Canuto”, “La sirena encantada de Bahía de Caráquez”.



laguna

encantada. Según Eumeny Álava, en Bijahual, del cantón Bolívar, hace muchos años y en viernes santo, unos hombres trabajaban en un trapiche, por donde pasó una anciana que les llamó la atención porque estaban trabajando en un día que era de guardar. Los trabajadores le respondieron molestos a la anciana, diciéndole !que tienes que meterte vieja condenada! Poco después se desató un torrencial aguacero que provocó un deslizamiento, que taponó la vertiente y sepultó a los trabajadores de ese trapiche. En el lugar se formó una laguna y se dice que aquella viejita era la Virgen María que soportó los agravios de los trabajadores. Cuentan que en la laguna se escucha a las ánimas (almas) en pena, se dice también que en esa laguna hay un camarón de oro que ha sido visto por los pobladores.

Como esta leyenda hay muchas, una más interesante que otra, como la del colibrí.

Cuentan que en la época de los Chonanas cuando una mujer alumbraba, la partera le preparaba una pócima especial a base del corazón de un colibrí o picaflor, un pájaro exótico que lucha siempre por subsistir con el polen de las flores.

El corazón del colibrí era disecado y se lo disolvía junto al zumo de la flor de naranjo, es decir se cocía la flor de naranjo en agua. Según la tradición cuando el bebé nacía se le daba un poco de la pócima ya que si era niño heredaba la bravura y valentía del colibrí y si era niña se le transmitía la belleza de la flor de naranjo.

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