Para recrear el lugar donde habitan las pequeñas criaturas azules se pintó de este color todas las casas del pueblo (175 inmuebles entre ellos la iglesia, el cementerio y el Ayuntamiento), para lo que se emplearon 9.000 kilos de pintura.
Las casas, tradicionalmente blancas y que estarán pintadas de azul hasta septiembre, fueron decoradas con pequeñas reproducciones de pitufos y, además placa conmemorativa, figura de Pitufina da la bienveni da en la entra da de este pueblo enclava do en la sierra.
Pero la promoción de esta película va más allá, ya que en el pueblo se abrirá bar con el nombre de Gárgamel, el malo de los Pitufos; y el dueño del hotel de Júzcar, que se ha teñi do el pelo de azul, anunció que el sábado se celebrará “boda pitufa”.
Durante el acto central de la celebración, el alcalde de la localidad, David Fernández, el responsable de Sony España, Iván Losa da, y la presentadora Eva González develaron placa con el lema “Júzcar, primer Pueblo Pitufo del mundo”.
/puentelibre.mx/
ANDALUCÍA.- Hubo presentaciones de películas espectaculares. Pero ninguna con la originalidad de "Los Pitufos". Es que los personajes se pasean por las calles del municipio de Júzcar con la parsimonia con lo que lo hacían en la serie de dibujos animados. Es que este pueblo malagueño fue elegido por Sony Pictures para el lanzamiento de la película. Y para ello unos 175 inmuebles del pueblo, entre ellos la iglesia, el cementerio y el Ayuntamiento, para lo que se usaron 9000 litros de pintura, fueron pintados del color de la piel de los pitufos.
Sí, aunque le resulte difícil de entender los 250 habitantes, tras aprobarse una consulta popular, han decidido vivir en un pueblo que recrea el hábitat del valle donde vivían estos simpáticos seres azules.
Por supuesto que se han lanzado a fabricar gorros, camisetas y adornos. Se llegó a tal extremo de "devoción" que una taberna luce el nombre de Gárgamel, el rezongón archienemigo de los pitufos, cuyo único compañero era el gato Azrael. Al momento de leer esta nota faltarán sólo unas horas para la celebración de una "boda pitufa", a la que se esperan asistan novios e invitados ataviados de azul. El propio sacerdote que bendecirá a la pareja estará ataviado con los colores de los pequeños personajes animados.
El alcalde del municipio, David Fernández, y los vecinos dicen a viva voz que jamás habían recibido tantos turistas. Es que quienes eligieron la Costa del Sol para sus vacaciones toman el coche y deciden darse una vuelta por este pueblo teñido de azul. (Especial)
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