LAS HADAS DE LAS ESTACIONES
Hace mucho, mucho tiempo, cuando todavía existían dinosaurios en nuestro planeta, revoloteaban cerca de las nubes del cielo, dos Hadas del clima: Hada Invierno y Hada Verano.
Hada Invierno volaba feliz y contenta durante seis meses, pidiéndole a sus amigas las nubes agua para regar los campos, frío para que los frutos crecieran y no se quemaran con el sol y para que el hielo de los Polos no se derritiese, viento para que las hojas de los árboles cayeran y nacieran otras nuevas, … Agotada de tanto trabajo y al final de esos seis meses, se refugiaba detrás de Nube Soñera a descansar.
Entonces era el turno de Hada Verano, que comenzaba con flores para embellecer los campos, calorcito suave para que esas flores que poblaban el campo no se marchitasen, mucho calor, para que los habitantes del planeta Tierra pudieran disfrutar de la playa y ciertas plantas que necesitan mucho calor para que dieran sus frutos.
Pero Hada Verano también se sentía exhausta cuando terminaba su labor de seis meses. Así que el último día que trabajaba Hada Invierno fue visitada por Hada Verano y hablaron durante horas, buscando la forma de repartirse los doce meses del año de otra manera para no sentirse tan cansadas.
¡Hablemos!
Podemos trabajar un mes cada una, así no nos cansaremos tanto y descansaremos más a menudo – sugirió Hada Invierno
Pero así marearemos
a toda la gente, ya hace calor, ya hace frío,... Los frutos no tendían tiempo de crecer y madurar. Las flores se marchitarán muy pronto y no tendrán tiempo de florecer, será un lio tremendo - respondió Hada Verano.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
¿Qué te parece si pedimos ayuda a otras dos Hadas y así podemos repartirnos el año en cuatro meses cada una? Podemos compartir las tareas, acabaremos antes y descansaremos más – fue la solución que propuso Hada Verano.
Así que fueron al reino secreto donde viven las Hadas y le pidieron ayuda para compartir la tarea de las Estaciones del Año.
Enseguida se presentaron muchísimas compañeras deseando colaborar y nuestras amigas tuvieron que elegir a las que eran más trabajadoras. Así escogieron a Hada Otoño y Hada Primavera, las cuales salieron inmediatamente del reino de las Hadas dispuestas a comenzar su tarea.
Hada Otoño se encargaría de
pintar un cielo no muy azul con nubes a veces blancas y otras grises,
de soplar un viento fresco que cayera las hojas de los árboles para que otras nuevas nacieran,
hacer crecer frutos secos y carnosos (como las nueces, castañas, avellanas, bellotas,…)
traer una fina lluvia que comenzara a regar los campos y limpiar el polvo de ciudades y pueblos,…
Hada Invierno se ocuparía de:
El frío, que tanto necesitan los Polos.
Que el sol no brille con mucha intensidad para que no marchite las plantas y los árboles.
Que no haya tantas horas de sol, para que descansemos más por la noche.
Hacer caer mucha lluvia,…y a veces nieve.
Hada Primavera cambiaría:
El frio por un calorcito más apetecible
El suelo vació por hierba y flores
Los frutos secos por frutos jugosos y dulces (como la mandarina, fresas, cerezas,…)
Vientos fuertes por otros suaves llamados brisas,…
Hada Verano se encargaría de:
Pedirle al Señor Sol que calentara mucho para que el agua de piscinas y playas estuvieran calentitas
Hacer que los días sean más calientes y más largos
Permitir que los niños y los mayores disfruten del aire libre para compartir actividades en familia.
Que la tierra diera frutas tan ricas como piñas, sandías, mangos, melones, higos,…
Y fue a partir de entonces y fue de esa manera que las cuatro Hadas crearon las cuatro estaciones del año, gracias a las cuales todos podemos disfrutar de cambios de clima, frutas, paisajes,…
FIN
Escrito por: Luisa García Martínez
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domingo, 9 de octubre de 2011
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