Llamado Ruis por los druidas, el saúco es el personaje central de muchas leyendas celtas, pues en su interior tienen su hogar los elfos, las hadas y los gnomos que le protegen. Por ello se cree que cortar o maltratar este arbusto puede traer muy mala suerte. Y es necesario antes de obtener una de sus ramas pedir permiso a los seres invisibles. Si se queman en una hoguera sus hojas, pueden obtenerse visiones de otros mundos. Y se creía que plantarlo junto a las tumbas otorgaba una vida feliz a su dueño en el otro mundo. En la actualidad sabemos que, además de sus propiedades mágicas, tiene también numerosas virtudes culinarias y medicinales.
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