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martes, 15 de enero de 2013

Los palillos del Saber Estar Graciela Large

¿Saber estar es una cuestión de modales?… En un restaurante de comida asiática asistí a una escena en que una madre se empeñaba en que su hija, de entre 4 a 5 años, los aprendiese.

Primero, que dejara de tocarse el pelo. En otro momento, que no jugara distraídamente con el plato mientras traían el pedido, y una vez que éste estaba en la mesa, para qué pedir palillos, dado que ella no iba a poder…

Entre tanto, la niña veía a su hermano ejercitarse con los suyos. Puede que dos años mayor que la pequeña y tampoco era que supiera usarlos, sin embargo tenía el privilegio de practicar con los palillos.

Había una preferencia -por parte de la madre- latente en el ambiente.


Aunque en el trato con sus hijos su tono era seco y la actitud distraída, con la niña se centraba en recriminar. Me parecía ver a un perrito, que cada vez, se replegaba sobre sí mismo, insistiendo en mover la cola.

Al tiempo, la niña buscaba recursos para aliviar el control. Sin embargo la recriminación se mantuvo hasta ser reiterativa.  La pequeña optó por empezar a mirar los cuadros de la pared, algo que sin dudarlo, también fue reprochado por la madre.

Sólo quedaba decir que no tenía hambre, y para entonces intervino la tía que suavizó la situación invitándola a probar de su sopa.

En un momento dado, la niña le dijo abiertamente a su madre que se callara. Estaba acorralada y le miraba con ojitos tristes. Aunque la voz era clara y firme, su carita pedía delicadeza.

La irritación de la madre duró un momento y siguió en su tónica, mientras la tía insistía en que tenía que obedecer a su madre.

En ningún momento hubo gritos, y salvo que alguno se interesase, la escena era bastante normal para el resto de comensales. La madre, la niña enfrente, su hermano, a su lado izquierdo, y a la misma altura de la pequeña una mujer mucho más joven, que era la tía.

Estoy segura que enseñar a comer en la mesa puede ser un juego de aprendizaje, en vez de una vivencia de control que condiciona la autoestima y la confianza en que se puede…

Los valores del saber estar son:

Autoridad
Confianza
Voluntad
Valentía
Independencia
Autoestima
Autodeterminación
Poder personal
Autonomía
Fuerza
Coraje

¿Cuánto de esto se propicia si me interesa reconocer a quién tengo delante?

    Nuestra práctica de hoy pide que veamos la vigencia de estos valores en nuestro día a día. Y hasta qué punto ejercemos un control similar, mermando alguno de ellos.
http://www.gracielalarge.com/



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